Nuestra labor en la oficina nos limita a mantener una sola posición durante largos períodos de tiempo lo cual no es favorable para nuestro cuerpo ya que no está diseñado para estar en esa condición.
La postura se va alterando rápidamente, la cabeza se proyecta hacia adelante, los hombros se cierran, la columna dorsal comienza a jorobarse y si no hacemos algo todos estos cambios pueden ser permanentes y causar graves consecuencias en nuestra salud. Por ejemplo, lesiones osteomusculares, como tendinitis de codo u hombro por manejo del teclado y dolor lumbar o cervical.
Para evitar todo eso es conveniente seguir algunas recomendaciones:
Adicionalmente, los ejercicios en la oficina van acompañados de una buena alimentación:
Siguiendo las recomendaciones anteriores seremos más productivos en el trabajo y sobre todo gozaremos de una buena salud.
Fabian Morales
Webmaster