Cada minuto de nuestra vida se encuentra colmada de proyectos, y cada uno de alcanzar objetivos distintos.
Un proyecto se refiere a la planificación, que consiste en un conjunto de actividades que se encuentran interrelacionadas y coordinadas. La razón de un proyecto es alcanzar objetivos específicos dentro de los límites que imponen un presupuesto, calidades establecidas previamente y un lapso de tiempo previamente definido.
La gestión de proyectos es la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas a las actividades de un proyecto para satisfacer los requisitos del proyecto. Consiste en reunir varias ideas para llevarlas a cabo, y es un emprendimiento que tiene lugar durante un tiempo limitado, y que apunta a lograr un resultado único.
Se puede decir, que sin importar que tipo de proyecto se esté trabajando, es necesario aplicar conocimientos innatos que se han aprendido desde el momento en que abrimos los ojos por primera vez en nuestras vidas.
El aprendizaje que se recibe con cada experiencia en el desarrollo de un proyecto, y de acuerdo a sus resultados, es continuo, modificable y adaptable a situaciones distintas. Ningún proyecto es semejante a otro y esto lo hace aún más interesante. Esa continuidad permite que seamos más sabios, más persistentes y más adaptables a los entornos que nos rodean.
La intuición, los errores cometidos, el análisis, las ideas, la imaginación, los logros alcanzados, la dicha, la creatividad y el tesón son indispensables para trazar caminos que lleven a resultados satisfactorios.
Cuando emprendamos a iniciar un proyecto recordemos cada enseñanza que nos brinda la vida, esta es la llave del éxito.
«La vida no es una tecnología, ni una ciencia. La vida es un arte, has de sentirla. Es como el caminar por una cuerda floja» Osho
Natalia Umaña
Coordinadora de proyectos.