por Juan Pablo Cubillo.
En un mundo tan innovador como el de la publicidad; el cual va de la mano con el gráfico, en el que lo que era un éxito hace cuatro meses, hoy ya está completamente descartado; llega el minimalismo, una tendencia que lleva triunfando una década.
La tendencia minimalista es algo directo y sencillo, es decir mensajes claros, imágenes sencillas, sin elementos ni sobrecargos; es decir diseños limpios, ideas directas y desnudas que impacten rápidamente en la mente del público.
Y es que es precisamente su simplicidad visual, su economía de elementos, es lo que hace al minimalismo vital para la publicidad actual. Mientras el número de espacios publicitarios a los que nos vemos expuestos a diario no deja de crecer y el tiempo que una persona media le dedica a la publicidad no para de disminuir; la tendencia minimalista, con su ausencia de ruido, impacta al público apresurado, incluso antes de que este consiga darse cuenta.
El minimalismo en lo gráfico sigue teniendo éxito porque no complica la comunicación con el público, sino todo lo contrario. Es un golpe de aire fresco para nuestros ojos cansados en medio de una vida ya suficientemente complicada.
En resumen se puede decir que tanto en el mundo publicitario como en el gráfico la tendencia minimalista llega a ser un completo que simplifica nuestros mensajes al mínimo, dándolo de una manera más esencial lo que se quiere transmitir.