Por Pablo Ruiz, Programador
Esas fueron las palabras que alguien con más experiencia pronunció en su momento, esto a la hora de querer responder si aceptaba las condiciones y propuestas del nuevo proyecto que se manejaba entre manos.
No era de sorpresa para muchos de los que se encontraban en esa reunión la expresión atónita ante una idea carente de Norte. Pero lo que si fue importante a detallar fue que para ese entonces se estaba contemplando una idea que requería más planeamiento, estructura y análisis por parte de líder del proyecto. Si se requiere estar hablando de partes iguales en cuanto a equidad de trabajo, no se trata de querer juntar todo y ver qué sale en el camino, sino visualizar lo que quiere llegar junto con lo que se espera como producto final.
Debe de entenderse que para poder llegar al objetivo final, se debe de resolver un problema del cual requiere colaboración (si se trabaja en grupo) de partes que se pueden relacionar si se tiene orden e instrucciones claras para detallar lo que se quiere llegar a crear. Ahora bien, en informática sucede en repetidas ocasiones, el escenario del cual se debe de comprender tanto el lenguaje del cliente para así transformarlo en un producto cercano a lo que requería en un principio sin dejar de lado las expectativas del mismo. Una vez entendido este punto, se puede avanzar en el proceso de desarrollo del proyecto como tal, ya con solo imaginar cómo se relaciona todos los requerimientos iniciales, lo demás puede salir a exposición sin demora y sin esfuerzo mayor.
Cada alternativa que nos puede llegar a completar un objetivo exitoso requiere de paciencia para poder comprender el problema, pero del lado de los arquitectos del producto se requiere al final siempre lo mismo: análisis y estructuración.