Por Saúl Campos
Hoy en día es muy frecuente escuchar me hackearon la cuenta de Facebook porque están compartiendo videos pornográficos en mi muro, o me hackearon mi cuenta de correo porque están enviando correos de viagra desde mi cuenta, esto por poner 2 ejemplos.
El hackeo es algo más profundo que un simple video o un correo no deseado; el hecho de que esas cosas pasen, aunque el usuario común no lo crea, se da con el permiso de cada uno y no existe en la mayoría de los casos algún hacker detrás de un teclado pasando horas tratando de ingresar a una cuenta.
¿Pero como puede pasar esto?
Por supuesto que se da por engaños por ejemplo encontrar el post de alguien donde dice: Mira lo que pasó con este artista famoso cuando llegó a este lugar, muchos de estos post parecen ser normales y es común que cualquiera le de clic a un enlace porque parecía que tenía algo que le interesara y al final es el detonante de que le estemos dando permiso a alguien más para que comparta videos, noticias o lo que sea en nuestros muros.
En el caso del acceso no autorizado a las cuentas de redes sociales o cuentas de correo electrónico el mayor problema son las contraseñas, la mayoría de personas utilizan contraseñas que no son seguras y esto da puerta abierta a cualquier persona para que entren aunque no tengan conocimiento técnico de cómo abrir barreras de seguridad de servidores, ya que pasaría lo mismo que si alguna persona invierte en un sistema de seguridad muy avanzado en su casa pero tiene un sticker pegado a la par del panel con la contraseña anotada.
Recomendaciones con respecto a lo anterior: