En el ser humano existe la tendencia primitiva hacia las costumbres justamente por responder a principios naturales de adaptación. Este principio nos autoriza a considerar que tener hábitos es parte del ser humano. Para el contexto de este escrito, entiéndase hábito como la ejecución sin criticidad de una adopción de prácticas incuestionadas y hasta prescritas.
Justamente, el problema son los malos hábitos: vivir en un pasado sin retorno, esperar lo que nunca llegará, lamentar lo que no tiene remedio, desear algo y, para colmo, no hacer nada para conseguirlo. Es necesario despojarse de este tipo de ideas y avanzar.
La tarea de cambiar un hábito es compleja. Se necesita reprogramar todo el proceso de la repetición. Lo esencial concientizarse sobre la realidad ya que impide que el error se convierta en hábito. Prestar atención a lo que se hace para corregirse. El pasado ya pasó y el futuro todavía no llega.
En la mente como en el campo, se cosecha lo que se siembra. Además relacionando el objetivo con otras metas valiosas generamos evolución entre los hábitos positivos. Creer que es posible cumple con el principio de la fe que mueve montañas o como dicen, Querer es poder.
Aquí diez hábitos para poner en práctica en el trabajo:
Y recordar que el cochino y el mezquino pasa dos veces por el camino.
Por:
Daniela Fernández.
Quality Assurance